WiFi para toda una comunidad de vecinos

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A día de hoy internet se ha convertido en un servicio indispensable para todos. Desde los más pequeños de la casa hasta los más mayores hacen uso de este servicio. Según el último informe de We are Social y Hootsuite, en enero de 2022 había casi 5 mil millones de usuarios conectados a  internet en todo el mundo. No es de extrañar, ya que cada vez es más fácil conectarse a internet. Las operadoras ofrecen tarifas más baratas, o con ofertas muy atractivas, adaptadas a las necesidades de los usuarios. O bien lugares con una red local de WiFi gratuito. Estos puntos de conexión cada vez son más frecuentes, desde centros comerciales hasta el transporte público. Incluso se han llegado a instalar redes de WiFi en una comunidad de vecinos.

No obstante, hay que tener cuidado con este tipo de conexiones, ya que son redes abiertas donde todo el mundo se puede conectar. Los ciberdelincuentes utilizan este espacio para conseguir datos de sus víctimas. Además, si no se trata de una conexión muy potente, al haber tantos usuarios conectados la red se satura y ralentiza la velocidad. Sin embargo, al instalar WiFi en una comunidad de vecinos el riesgo puede ser menor y siempre llegar a un acuerdo para que todos los vecinos puedan conectarse sin problemas.

¿Cómo instalar una red WiFi en una comunidad de vecinos?

La primera duda que surge a la hora de compartir WiFi con los vecinos es saber si es legal este tipo de instalación. En principio no existe ningún inconveniente para ello. Solo hay que cumplir una serie de normas establecidas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia:

  • No es necesario registrarse en el Registro de Operadores de la CMT.
  • El servicio se contratará con una misma compañía de telecomunicaciones. La señal se distribuirá mediante un sistema PLC WiFi.
  • La red WiFi no podrá estar abierta al público y el número de usuarios conectados deberá ser limitado.
  • Solo los propietarios o inquilinos de la comunidad podrán tener las claves de acceso.
  • Los costes de instalación y mantenimiento correrán a cargo de la comunidad de vecinos.

El proceso de instalación es muy sencillo. Gracias al sistema PLC WiFi se puede dotar a una comunidad de vecinos de internet. La conexión se distribuye desde un punto de acceso de origen al resto de vecinos. A través de la instalación eléctrica, los adaptadores PLC, conectados por Ethernet, mandan la señal al resto de puntos. Si fuera necesario, se podrán instalar en las tomas de corriente eléctrica puntos de acceso WiFi o repetidores, de esta forma todos los vecinos recibirán la máxima velocidad contratada.

¿Qué inconvenientes plantean este tipo de instalaciones?

Uno de los principales inconvenientes que puede surgir con este tipo de instalaciones es la sobrecarga de la red. La comunidad deberá contratar la máxima velocidad posible para que no haya problemas al haber tantos dispositivos conectados. La opción más rentable para este tipo de instalaciones es el servicio de fibra óptica, ya que permite una mayor velocidad de conexión sin interrupciones. Puede que esta opción sea más cara si hay que realizar una instalación previa de fibra óptica en el edificio.

Por otro lado, no hay que olvidar la seguridad y privacidad de los vecinos. Al ser una red local es más fácil que los hackers entren en ella y puedan robar datos de sus víctimas. En lo que se refiere a este punto es muy importante mantener la seguridad de la conexión. Es conveniente cambiar la clave de acceso de manera periódica y si hay alguna sospecha de que la red ha podido ser hackeada avisar a la compañía para que pueda tomar las medidas necesarias de seguridad.

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